lunes, 12 de octubre de 2015

Batallas de la Tierra Media XVI La Batalla del Campo de Celebrant

Batalla del Campo de Celebrant

Tuvo lugar entre el Ejército del Norte de Gondor, dirigido por el senescal Cirion, y los balchoth, que habían destruido Calenardhon. Los balchoth recibieron refuerzos por parte de los orcos de las Montañas Nubladas y rodearon a Cirion, pero entonces llegaron los éothéod, comandados por Eorl, e inclinaron la suerte de la batalla a favor de los hombres de Gondor. La batalla puso fin a la amenaza que representaban los balchoth para Gondor, y los éothéod fueron recompensados con Calenardhon por su ayuda. La batalla tuvo lugar en el 2510 de la Tercera Edad.






















"El número de los Balchoth crecía de continuo con otros de especie semejante que venían del este, mientras que el pueblo de Calenardhon había declinado. A Cirion le fue muy difícil defender la línea del Anduin. Previendo la tormenta, Cirion envió mensajeros al norte en busca de ayuda, porque había una vieja amistad entre los Hombres del Valle del Anduin y el pueblo de Gondor; pero demasiado tarde, porque en ese año (2510), los Balchoth, habiendo construido muchos grandes botes y balsas en las costas occidentales del Anduin, cruzaron el Río como un enjambre, y barrieron a los defensores. Un ejército que avanzaba desde el sur fue interceptado y expulsado hacia el norte más allá del Limclaro, y allí fue súbitamente atacado por una horda de Orcos venidos de las Montañas Nubladas, y rechazado hacia el Anduin. Entonces desde el Norte, más allá de toda esperanza, llegó ayuda, y los cuernos de los Rohirrim se escucharon por primera vez en Gondor. Eorl el Joven llegó con sus jinetes y dispersó al enemigo, y persiguió a muerte a los Balchoth por los campos de Calenardhon. Cirion le concedió a Eorl esa tierra para habitar en ella, y él le hizo a Cirion el Juramento de Eorl: de amistad dispuesta a acudir cuando fuese necesario o a la llamada de los Señores de Gondor."


domingo, 4 de octubre de 2015

Batallas de la Tierra Media XV La Batalla de Fornost

Batalla de Fornost

Librada en 1975 de la Tercera Edad, entre las huestes de Círdan, Eänur de Gondor y Glorfindel, y los ejércitos del Rey Brujo de Angmar, al cual derrotaron por completo. Se dice que también participó una compañía de arqueros hobbits de la Comarca.


"Entonces Eärnil envió a su hijo Eärnur al norte con una flota tan rápidamente como pudo, y con fuerzas tan grandes como consiguió reunir. [...] Cuando Eärnur llegó a los Puertos Grises, hubo gran alegría y sorpresa tanto en los Elfos como en los Hombres. Tan grande el calado y el número de las naves, que apenas encontraron albergue en los puertos, aunque tanto el Harlond como el Forlond también estaban colmados; y de ellas descendió todo un poderoso ejército con pertrechos y provisiones para una guerra de grandes reyes. [...] Sobre todo fueron alabados los caballos, pues muchos de ellos provenían de los valles del Anduin, y los cabalgaban jinetes altos y hermosos, y príncipes orgullosos de Rhovanion.
Entonces Círdan convocó a todos los que quisieran acudir desde Lindon o Arnor, y cuando todo estuvo pronto, el ejército cruzó el Lune y marchó hacia el norte a desafiar al Rey Brujo de Angmar. Moraba entonces, según se dice, en Fornost, que había poblado con gentes malignas, usurpando la casa y el gobierno de los reyes. Pero era orgulloso, y no esperó a que el enemigo atacara su fortaleza, y le salió al encuentro creyendo que los arrojaría al Lune, como a otros antes.
Pero el Ejército del Oeste descendió sobre él desde las Colinas del Crepúsculo, y hubo una gran batalla en la llanura entre Nenuial y las Quebradas del Norte. Las fuerzas de Angmar ya cedían y se retiraban hacia Fornost, cuando el cuerpo principal de jinetes que habían rodeado las colinas descendieron desde el norte y los dispersaron en una fuga desordenada. Entonces el Rey Brujo, con todo lo que pudo recuperar del desastre, huyó hacia el norte, a las tierras de Angmar. Antes de que pudiera llegar al refugio de Carn Dûm, la caballería de Gondor le dio alcance con Eärnur, que cabalgaba al frente. Al mismo tiempo, una fuerza al mando de Glorfindel el Señor Elfo acudió de Rivendel. Entonces tan completa fue la derrota de Angmar, que ni un hombre ni un Orco de ese reino quedó al oeste de las Montañas.
Pero se dice que cuando todo estaba perdido, el mismo Rey Brujo apareció de repente, vestido de negro, con máscara negra, montado en un caballo negro. El miedo ganó a todos los que lo vieron; pero él escogió descargar todo su odio sobre el Capitán de Gondor, y con un grito terrible lanzó la cabalgadura contra él. Eärnur se le hubiera resistido, pero su caballo no pudo soportar la embestida, y giró y se lo llevó lejos antes de que hubiera podido dominarlo.
El Rey Brujo rió, y ninguno de los que lo escucharon pudo nunca olvidar el horror de ese grito. Pero entonces Glorfindel se acercó montado en su caballo blanco, y aún mientras reía, el Rey Brujo dio media vuelta para huir y desapareció en las sombras. [...] Y el Rey Brujo se perdió, y nadie supo adónde había ido. [...]
Así terminó el reino maligno de Angmar; y así se ganó Eärnur, Capitán de Gondor, el gran odio del Rey Brujo; pero muchos años transcurrieron aún antes de que eso fuera revelado."

sábado, 3 de octubre de 2015

Batallas de la Tierra Media XIV La Batalla del Campamento

Batalla del Campamento

Librada entre los hombres de Gondor y los aurigas, en el 1944 de la Tercera Edad sobre los campos de Ithilien del Norte. Eärnil atacó el campamento de los aurigas cuando éstos estaban celebrando su reciente victoria sobre Gondor, derrotándolos y acabando con la amenaza que suponían para su reino.


"En 1944 el Rey Ondoher y sus dos hijos, Artamir y Faramir, cayeron en la batalla al norte de Morannon, y el enemigo invadió Ithilien. Pero Eärnil, Capitán del Ejército Austral, obtuvo una gran victoria en el sur de Ithilien y destuyó el ejército de Harad que había cruzado el Río Poros. Apresurándose hacia el norte, reunió a cuantos pudo del Ejército Septentrional en retirada y atacó al campamento principal de los Aurigas mientras estaban de fiesta pensando que Gondor había sido vencida y que ahora no había m´sa que recoger el botín. Eärnil tomó por asalto el campamento y puso fuego a los carromatos, y expulsó de Ithilien al enemigo, que huyó con gran desorden. Muchos de los que huyeron delante de él perecieron en las Ciénagas de los Muertos."

domingo, 27 de septiembre de 2015

Batallas de la Tierra Media XIII La Batalla de los Llanos

Batalla de los Llanos

En la que fue derrotado Narmacil II de Gondor por los aurigas al sur del Bosque Negro.


"El rey Narmacil II condujo un gran ejército hacia el norte, a las llanuras que se extienden al sur del Bosque Negro, y entre los dispersos Hombres del Norte reunió a todos los supervivientes que pudo encontrar; pero fue derrotado, y él mismo cayó en la batalla. Los restos de su ejército se retiraron por la Dagorlad a Ithilien, y Gondor abandonó todas las tierras al este del Anduin, salvo Ithilien."

ANIMADORES EN ACCIÓN El Hobbit: La Desolación de Smaug


domingo, 20 de septiembre de 2015

Batallas de la Tierra Media XII La Batalla de los Cruces del Erui

Batalla de los Cruces del Erui

En el 1447 de la Tercera Edad, durante la Lucha entre Parientes, en la que Eldacar derrotó a las fuerzas de Castamir y mató al Usurpador.


"[...] Eldacar, pensando que la oportunidad era propicia, avanzó con un gran ejército desde el norte, y el pueblo se le unió desde Calenardhon y Anórien e Ithilien. Hubo una gran batalla en Lebennin en los Cruces del Erui, donde se derramó con abundancia la mejor sangre de Gondor. El mismo Eldacar mató a Castamir en combate, y de este modo vengó a Ornendil; pero los hijos de Castamir escaparon, y con otros de su parentela y muchas gentes de las flotas resistieron largo tiempo en Pelargir.
Cuando hubieron reunido allí todas las fuerzas que pudieron [...], se hicieron a la vela y se establecieron en Umbar. Levantaron allí un refugio para todos los enemigos del rey, y un señorío independiente. Umbar estuvo en guerra con Gondor durante el curso de muchas vidas humanas."



jueves, 27 de agosto de 2015

Novedades de Games Workshop

Thorin Escudo de Roble, Rey Bajo la Montaña y Bilbo Bolsón, Maestro Saqueador
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Kili, Fili y Bofur – Campeones de Erebor
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Balin, Dwalin y Oin – Campeones de Erebor
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Nori, Dori y Gloin – Campeones de Erebor

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Bombur, Bifur y Ori – Campeones de Erebor

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Bardo el Arquero, Heredero de Girion
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Bardo el Arquero con Ballelanza
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Capitán de la Milicia de la Ciudad del Lago
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Thranduil, Rey de las Frondas
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Legolas Hojaverde, Príncipe del Bosque Negro
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Tauriel, exiliada del Bosque Negro
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Capitán Elfo del Bosque Negro
Capitán Elfo del Bosque Negro con armadura
El Consejo Blanco: Vencedores del Nigromante
El Consejo Blanco: Vencedores del Nigromante
Radagast el Pardo en Gran Águila
Radagast™ el Pardo en Gran Águila
Smaug
Smaug™
Azog, Lugarteniente de Sauron
Azog™, Lugarteniente de Sauron
Bolg, Castellano del Monte Gundabad
Bolg, Castellano del Monte Gundabad


sábado, 22 de agosto de 2015

Batallas de la Tierra Media XI La Lucha entre Parientes

Lucha entre Parientes

La guerra civil que tuvo lugar en Gondor desde 1432 hasta 1448 de la Tercera Edad, a causa de las discrepancias entre los dúnedain sobre si Eldacar era digno de gobernar Gondor al no tener sangre dúnadan pura. En un principio Eldacar tuvo que huir, pero más tarde regresó con un gran ejército y venció a Castamir en la Batalla de los Cruces del Erui.


"Cuando Eldacar sucedió a Valacar, hubo guerra en Gondor. Pero no fue fácil despojar a Eldacar de su herencia. A la estirpe de Gondor, sumaba el espíritu intrépido de los Hombres del Norte. [...] Cuando los confederados conducidos por los descendientes de los reyes se levantaron contra él, los resistió hasta que se le agotaron las fuerzas. Por último fue sitiado en Osgiliath, y allí estuvo largo tiempo hasta que el hambre y las grandes fuerzas de los rebeldes lo hicieron salir, dejando la ciudad en llamas. Durante ese sitio e incendio la Torre de la Bóveda de Osgiliath quedó destruida, y la palantír se perdió en las aguas.
Pero Eldacar esquivó a sus enemigos, y fue al Norte, en busca de sus parientes de Rhovanion. Allí muchos se le unieron, tanto de los Hombres del Norte al servicio de Gondor, como de los Dúnedain de las partes septentrionales del reino. Porque muchos de entre estos últimos habían aprendido a estimarlo, y muchos más llegaron a odiar al usurpador. Era éste Castamir, nieto de Calimehtar, hermano menor de Rómendacil II. No sólo era uno de los más cercanos por la sangre a la corona; era también quien más secuaces tenía entre los rebeldes; porque era el Capitán de los Barcos y contaba con el apoyo de la gente de las costas y de los grandes puertos de Pelargir y Umbar."


sábado, 8 de agosto de 2015

Batallas de la Tierra Media X La Batalla de los Campos Gladios

Batalla de los Campos Gladios

Emboscada en la que cayeron Isildur y los dúnedain de Arnor, cuando volvían a su tierra después de la derrota de Sauron. Los orcos les tendieron una trampa en las Montañas Nubladas, muriendo Isildur y sus tres hijos mayores, y el Anillo Único se perdió en los marjales de los Campos Gladios. La batalla tuvo lugar en el año 2 de la Tercera Edad.


"Isildur fue abrumado por una hueste de Orcos que acechaba en las Montañas Nubladas; y sin que él lo notara, descendieron sobre el campamento entre el Bosque Verde y el Río Grande, cerca de Loeg Ningloron, los Campos Gladios, porque era descuidado y no había montado guardia alguna creyendo derrotados a todos los enemigos. Allí casi todos los suyos recibieron muerte, entre ellos sus tres hijos mayores, Elendur, Aratan y Cìryon. [...] Isildur escapó en cambio por mediación del Anillo, porque cuando se lo ponía se volvía invisible a todas las miradas; pero los Orcos le dieron caza por el olfato y el rastro hasta que llegó al río y se zambulló en él. Allí el Anillo lo traicionó y vengó a su hacedor, porque se le deslizó del dedo mientras nadaba, y se perdió en el agua. Entonces los Orcos lo vieron mientras se esforzaba en la corriente, y le dispararon muchas flechas. Sólo tres de los suyos volvieron por encima de las montañas después de mucho errar de un lado a otro; y de ellos uno era Ohtar, el escudero, a cuyo cuidado había puesto Isildur los fragmentos de la espada de Elendil."



viernes, 7 de agosto de 2015

Batallas de la Tierra Media IX La Batalla de Dagorlad

Batalla de Dagorlad

Tuvo lugar en el 3434 de la Segunda Edad, entre las fuerzas de la Última Alianza y las huestes de Sauron. Duró meses (según Gollum) y finalmente Gil-Galad y Elendil vencieron a Sauron. Los numerosos muertos de la lucha fueron engullidos por las Ciénagas de los Muertos, haciendo que todo aquel lugar estuviera embrujado. También llamada la Batalla.


"Sauron preparaba la guerra contra los Eldar y los Hombres de Oestesnesse y los fuegos de la Montaña despertaron otra vez. [...] Y Sauron reunió una gran fuerza de servidores venidos del este y del sur; y entre ellos no pocos eran de la raza de Númenor. [...]
Por lo tanto, cuando Sauron vio la oportunidad, avanzó con una gran fuerza contra el nuevo Reino de Gondor, y tomó Minas Ithil, y destruyó el Árbol Blanco de Isildur que allí crecía. Entretanto, Anárion resistió en Osgiliath contra el Enemigo y lo rechazó hacia las montañas; pero Sauron volvió a reunir sus fuerzas, y Anárion supo que al menos que le llegara ayuda, el reino no podría resistir mucho tiempo.
Ahora bien, Elendil y Gil-galad buscaron mutuo consejo, porque percibían que Sauron se volvería demasiado fuerte, y que vencería a todos sus enemigos uno por uno si no se unían todos contra él. De este modo se hizo la Liga que se llamó la Última Alianza, y marcharon hacia el este a la Tierra Media reuniendo una gran hueste de Elfos y de Hombres. [...] Se dice que el ejército allí reunido era más gallardo y más espléndido en armas que ningún otro visto desde entonces en la Tierra Media, y el más numeroso desde que el ejército de los Valar avanzara sobre Thangorodrim.
Desde Imladris cruzaron los pasos de las Montañas Nubladas, y fueron río abajo por el Anduin, y así llegaron al fin sobre las huestes de Sauron en Dagorlad, la Llanura de la Batalla. [...] Todas las criaturas vivientes se dividieron ese día, y algunas de la misma especie, aun bestias y aves, estaban en uno y en otro bando; excepto los Elfos. Sólo ellos no estaban divididos y seguían a Gil-galad. De los Enanos, pocos eran los que luchaban también en los dos bandos; pero el clan de Durin de Moria luchaba contra Sauron.
El ejército de Gil-galad y Elendil obtuvo la victoria, porque el poder de los Elfos era grande todavía en ese entonces, y los Númenóreanos eran fuertes y altos, y terribles en la cólera. A Aeglos, la espada de Gil-galad, nadie podía resistirse; y la espada de Elendil estremecía de miedo a Orcos y Hombres, porque resplandecía a la luz del sol y de la luna, y se llamaba Narsil.
Entonces Gil-galad y Elendil entraron en Mordor y rodearon la fortaleza de Sauron; y la sitiaron durante siete años, y sufrieron dolorosas pérdidas por el fuego, los dardos y las saetas del Enemigo; y Sauron se resistía acosándolos. Allí, en el valle de Gorgoroth, Anárion hijo de Elendil fue muerto, y también otros muchos. Pero por último el sitio fue tan riguroso, que el mismo Sauron salió; y luchó con Gil-galad y Elendil, y los mató a ambos, y cuando Elendil cayó la espada se le quebró bajo el cuerpo. Pero Sauron también fue derribado, y con la empuñadura desprendida de Narsil, Isildur cortó el Anillo de la mano de Sauron, y lo tomó. Entonces Sauron quedó vencido por el momento; y abandonó el cuerpo, y su espíritu huyó a espacios distantes y se escondió en sitios baldíos; y durante largos años no volvió a tener forma visible."


Canción a la Caída de Gil-galad



Gil-galad era un rey de los Elfos;
los trovadores lamentaban la suerte
del último reino libre y hermoso
entre las montañas y el océano.

La espada del rey era larga, y afilada la lanza,
y el casco brillante se veía de lejos;
y en el escudo de plata se reflejaban
los astros innumerables de los campos del cielo.

Pero hace mucho tiempo se alejó a caballo,
y nadie sabe dónde habita ahora;
la estrella de Gil-galad cayó en las tinieblas
de Mordor, el país de las sombras.

martes, 7 de julio de 2015

Batallas de la Tierra Media VIII Las Guerras de Beleriand (V)

La Gran Batalla

El gran enfrentamiento con que dio fin la Primera Edad, librado entre la fuerzas de Valinor y las de Morgoth. Angband quedó destruido y Morgoth completamente derrotado, pero Beleriand fue engullida por las aguas y la Tierra Media cambió drásticamente. También llamada Guerra de la Cólera.


"Se dice que Morgoth no esperaba el ataque que le llegó desde Occidente. [...] Además, imaginaba que había malquistado para siempre a los Noldor con los Señores del Occidente, y que contentos en su propio reino, los Valar ya nunca harían caso del mundo exterior. [...] Pero el ejército de los Valar se preparaba para la batalla; y tras sus estandartes blancos marchaban los Vanyar, el pueblo de Ingwë, y aquellos de los Noldor que nunca habían abandonado Valinor, y cuyo conductor era Finarfin, hijo de Finwë. Pocos de entre los Teleri estaban dispuestos a ir a la guerra, porque recordaban la matanza en el Puerto de los Cisnes y la captura de los navíos; pero escucharon a Elwing [...] y enviaron marineros para las naves que transportaban el ejército de Valinor por el mar hacia el este. [...]
De la marcha del ejército de los Valar hacia el norte de la Tierra Media poco se dice en historia alguna. [...] El poder de Valinor apareció en el Occidente, y las trompetas de Eönwë clamaron desafiantes en el cielo; y Beleriand se encendió con la gloria de las armas, pues el ejército de los Valar se componía de figuras jóvenes y hermosas y terribles, y las montañas resonaban bajo sus pies.
El encuentro de los dos ejércitos del Occidente y del Norte se llamó la Gran Batalla y la Guerra de la Cólera. Allí se concentró todo el poder del Trono de Morgoth, que había crecido sin medida, de modo que Anfauglith no podía ya contenerlo; y todo el Norte ardía con la guerra.
Pero de nada le valió. Los Balrogs fueron destruidos, salvo unos pocos que huyeron y se escondieron en cuevas inaccesibles en las raíces de la tierra; y las incontables legiones de Orcos perecieron como paja en un incendio, o fueron barridas como hojas marchitas delante de un viento ardiente. [...]
Entonces, al ver que sus huestes eran aniquiladas y su poder dispersado, Morgoth se amilanó, y no se atrevió él mismo a salir a la batalla. Pero lanzó sobre el enemigo el último ataque desesperado que había previsto, y de los abismos de Angband salieron los dragones alados que habían estado ocultos hasta entonces; y tan súbita y ruinosa fue la embestida de la terrible flota, que el ejército de los Valar retrocedió, porque los dragones venían junto con grandes truenos, y relampagos, y una tormenta de fuego.
Pero llegó Ëarendil, brillando como una llama blanca, y alrededor de Vingilot estaban reunidas todas las grandes aves del cielo, y las capitaneaba Thorondor, y hubo una batalla en el aire todo el día y a lo largo de una noche de duda. Antes de salir el sol, Ëarendil mató a Ancalagon el Negro, el más poderoso del ejército de los dragones, y lo arrojó del cielo; y cayó sobre las torres de Thangorodrim, que se quebraron junto con él. Entonces salió el sol, y el ejército de los Valar prevaleció, y casi todos los dragones fueron destruidos; y todos los fosos de Morgoth quedaron desmoronados y sin techo, y el poder de los Valar descendió a las profundidades de la tierra. Allí por fin quedó Morgoth acorralado y acobardado. Huyó a la más profundas de sus minas y pidió la paz y el perdón; pero los pies le fueron rebanados desde abajo, y fue arrojado al suelo de bruces. Luego fue atado con la cadena Angainor, que él había llevado en otro tiempo, y de la corona de hierro le hicieron un collar, y le hundieron la cabeza entre las rodillas. [...]
Así se puso fin al poder de Angband en el Norte, y el reino fue maldito y fue reducido a nada; y de las profundas prisiones, una multitud desesperanzada de esclavos emergió a la luz del día, y contemplaron un mundo que había cambiado. [...]
A Morgoth los Valar lo arrojaron por la Puerta de la Noche, más allá de los Muros del Mundo, al Vacío Intemporal; y sobre esos muros hay siempre una guardia, y Ëarendil vigila desde los bastiones del cielo."



domingo, 5 de julio de 2015

Batallas de la Tierra Media VII La Batalla de Tumhalad

Batalla de Tumhalad

La última y decisiva batalla librada entre los Exiliados y las huestes de Morgoth en el otoño del 496 de la Primera Edad. A pesar de la superioridad del ejército orco, éste fue aniquilado en Tumhalad, aunque Orodreth y Gwindor resultaron muertos; sólo Túrin, que llevaba el Yelmo-Dragón, pudo enfrentarse a Glaurung y salir vivo. Después Glaurung y otro ejército de orcos saqueó Nargothrond.



"En otoño de ese año, Morgoth [...] lanzó sobre el pueblo del Narog el gran ejército que tanto tiempo había estado reuniendo; y Glaurung, el Padre de los Dragones, atravesó Afauglith, y, desde allí, fue a los valles septentrionales del Sirion donde hizo mucho daño. Bajo las sombras de Ered Wethrin, encabezando un bran ejército de Orcos, mancilló Eithel Ivrin, y desde allí pasó al reino de Nargothrond donde quemó la Talath Dirnen, la Planicie Guardada, entre el Narog y el Teiglin.
Entonces los guerreros de Nargothrond les hicieron frente, y alto y terrible se veía ese día Túrin; los corazones de sus huestes se inflamaron cuando él avanzó, cabalgando a la derecha de Orodreth. Pero el ejército de Morgoth era mucho mayor de lo que había dicho ningún explorador, y nadie, excepto Túrin, protegido por la máscara de los Enanos, podía resistir la cercanía de Glaurung.
Los Elfos fueron rechazados y derrotados en el campo de Tumhalad. [...] Orodreth, el rey, murió en el frente de la batalla, y Gwindor, hijo de Guilin, fue herido de muerte. [...] 
Entonces Túrin volvió deprisa a Nargothrond [...] reuniendo a todos los derrotados que encontró en el camino. [...] Pero Glaurung y su ejército de Orcos llegaron antes que él, [...] y cayeron sobre Nargothrond de repente, antes de que los que estaban de guardia supieran lo que había ocurrido en el campo de Tumhalad. [...]
Y cuando Túrin llegó, el espantoso saqueo de Nargothrond estaba casi terminado. Los Orcos habían matado o expulsado a todos los que portaban armas, y aún estaban saqueando las grandes salas y cámaras, pillando y destruyendo. [...] A esta ruina y pena llegó Túrin, y nadie  pudo resistírsele, porque derribaba a todos los que se le ponían por delante. [...]
Pero ahora estaba solo, porque los pocos que le seguían habían corrido a ocultarse. En ese momento, Glaurung el cruel salió por las abiertas Puertas de Felagund, y se interpuso entre Túrin y ellas. [...]
Túrin se abalanzó sobre él de un salto, y había fuego en sus ojos, y los filos de Gurthang brillaban como llamas. Pero Glaurung paró el golpe, y abrió mucho sus ojos hipnotizadores, fijando la vista en Túrin. Sin temor, Túrin le sostuvo la mirada mientras alzaba la espada, pero en seguida cayó bajo el terrible hechizo del dragón y se detuvo como si se hubiera convertido en piedra. [...]
De pronto, Glaurung apartó la mirada y esperó; y Túrin se movió lentamente, como quien despierta de un sueño espantoso. Pero entonces volvió en sí con un fuerte grito y saltó sobre el dragón. [...]
Túrin, desenvainando la espada, lanzó un golpe contra sus ojos, aunque Glaurung retrocedió con rapidez y se alzó sobre él como una torre. [...]
Entonces Túrin, todavía aturdido por los ojos del Dragón, [...] volviéndose se precipitó a la carrera por el puente [...] y se alejó por el camino del norte."


miércoles, 24 de junio de 2015

jueves, 2 de abril de 2015

Batallas de la Tierra Media VI Las Guerras de Beleriand (IV)

Dagor Bragollach

Cuarta de las cinco batallas más importantes de las Guerras de Beleriand, librada en el invierno del 455 de la Primera Edad. Morgoth rompió el sitio de Angband, lanzando llamas que abrasaron a muchos noldor. Detrás de los fuegos marchaban poderosos ejércitos de orcos y balrogs, acompañados por Glaurung. Morgoth ocupó Ard-Galen y destruyó Dorthonion, debilitando seriamente la frontera de Maedhros. Murieron Aegnor, Angrod, Bregolas, Finrod y Hador, y la primera casa de los edain jamás se recuperó del todo de las cuantiosas pérdidas sufridas. Aunque Morgoth no puso fin a la ofensiva, se consideró que la batalla concluyó con la llegada de la primavera. También llamada Batalla de la Llama Súbita, Cuarta Batalla y Bragollach.


" Llegó el tiempo del invierno, cuando la noche era oscura y sin luna. [...] Entonces, de pronto, Morgoth envió desde Thangorodrim caudalosos ríos de llamas que más rápidos que Balrogs se esparcieron por toda la llanura; y las Montañas de Hierro eructaban fuegos venenosos de muchos colores y el humo descendía por el aire, y era mortal. Así pereció Ard-galen y el fuego devoró sus hierbas. [...] Las alturas de Dorthonion y Ered Wethrin detuvieron los fogosos torrentes. [...] Así empezó la cuarta de las grandes batallas, Dagor Bragollach, la Batalla de la Llama Súbita. 
Al frente de ese fuego avanzó Glaurung el dorado, Padre de los Dragones, ya entonces en la plenitud de su poder, y con un séquito de Balrogs; y detrás de ellos venían los ejércitos negros de los Orcos, en multitudes que los Noldor no habían visto ni imaginado jamás. Y atacaron las fortalezas de los Noldor y quebrantaron el sitio en torno a Angband y mataban a los Noldor y a sus aliados, los Elfos Grises y los Hombres, en cualquier sitio que los encontraran. [...] Desde entonces la guerra nunca cesó del todo en Beleriand; pero la Batalla de la Llama Súbita se dio por concluida con la llegada de la primavera, cuando disminuyó la feroz embestida de Morgoth.
De este modo terminó el Sitio de Angband; y los enemigos de Morgoth fueron dispersados y separados los unos de los otros. [...]
Los hijos de Finarfin fueron los que más sintieron la pujanza del ataque, y Angrod y Aegnor murieron allí, y junto a ellos cayeron Bregolas, señor de la casa de Bëor, y gran parte de los guerreros de ese pueblo. Pero Barahir, el hermano de Bregolas, estaba en una batalla que se libraba más hacia el oeste, cerca del Paso del Sirion. Allí el rey Finrod Felagund, que se apresuraba desde el sur, quedó aislado con unos pocos de los suyos y fue rodeado en el Marjas de Serech; y habría muerto o tomado prisionero, pero acudió Barahir con los más valientes de sus hombres y lo rescató levantando un muro de lanzas alrededor; y se abrieron paso entre las tropas enemigas, y abandonaron el campo de batalla aunque con grandes pérdidas. [...]
Tan grande fue la embestida de Morgoth, que Fingolfin y Fingon no pudieron acudir en ayuda de los hijos de Finarfin; y los ejércitos de Hithlum fueron rechazados con grandes pérdidas hasta las fortalezasa de Ered Wethrin, y apenas consiguieron defenderlas de los ataques de los Orcos. Ante los muros de Eithel Sirion cayó Hador, el de Cabellos Dorados, en la defensa de la retaguardia del señor Fingolfin, a la edad de sesenta y seis años; y con e´l cayó Gundor, su hijo menor, atravesado por muchas flechas. [...] Y por causa de la fortaleza y la altura de las Montañas Sombrías, que resistieron el torrente de fuego, y el valor de los Elfos y de los Hombres del Norte, que ni Orcos ni Balrogs pudieron vencer, Hithlum no fue conquistada y amenazó el flanco de ataque de Morgoth; pero un mar de enemigos separó a Fingolfin de su gente.
Porque dura había sido la guerra para los hijos de Fëanor, y casi todas las fronteras orientales habían sido tomadas por asalto. El Paso de Aglon fue forzado, aunque los ejércitos de Morgoth pagaron por ello un alto precio; y Celegorm y Curufin huyeron derrotados hacia el sur y el oeste por las fronteras de Doriath. [...] Maethros llevó a cabo hazañas de insuperable valor, y los Orcos huían delante de su cara; porque desde el tormento padecido en Thangorodrim, y aradía por dentro como una llama blanca, y era como uno que regresa de entre los muertos. Así la gran fortaleza sobre la Colina de Himring no pudo ser tomada, y muchos de los más valientes que quedaban aún, tanto del pueblo de Dorthonion como de las fronteras orientales, se juntaron allí para ir al encuentro de Maethron; y durante un tiempo él cerró una vez más el Paso de Aglon, de modo que los Orcos no pudieron penetrar en Beleriand por ese camino Pero abrumaron a los jinetes del pueblo de Fëanor en Lothlann, pues hacia allí marchó Glaurung, y pasó por la hondonada de Maglor, y destruyó todas las tierras entre los brazos del Gelion. Y los Orcos tomaron la fortaleza de las laderas occidentales del Monte Rerir y devastaron toda Thargelion, la tierra de Caranthir; y contaminaron el Lago Helevorn. De allí cruzaron el Gelion con fuego y terror y penetraron profundamente en Beleriand Oriental. Maglor se unió a Maethros en Himring; pero Caranthir huyó y sumó el resto de su gente al pueblo disperso de los cazadores, Amrod y Amras, y se retiraron y pasaron Ramdal en el sur. En Amon Ereb mantuvieron una guardia y algunas fuerzas de combate, y recibieron la ayuda de los Elfos Verdes; y los Orcos no entraron en Ossiriand, ni tampoco en Taur-im-Duinath y las tierras salvajes del sur.
[...] Entonces vio Fingolfin lo que era para él la ruina total de los Noldor, y la derrota de sus casas más allá de toda recuperación; y lleno de desesperación y de furia, montó a Rochallor, su gran caballo, y cabalgó solo sin que nadie pudiera impedírselo. Atravesó Dor-nu-Fauglith como un viento entre el polvo, y aquellos que alcanzaban a verlo pasar huían azorados, creyendo que había llegado el mismo Oromë; porque corría dominado por una cólera enloquecida, y los ojos le brillaban como los ojos de los Valar. Así pues, llegó solo a las puertas de Angband, e hizo sonar su cuerno, y golpeó una vez más las puertas de bronce, y desafió a Morgoth a un combate singular. Y Morgoth salió.
[...] Salió vestido con una armadura negra; y se erguía ante el Rey como una torre coronada de hierro y el vasto escudo, negro y sin blasón, arrojaba una sombra de nubes tormentosas. Pero Fingolfin brilaba debajo como una estrella; porque la cota de mala era de hilos de plata entretejids, y el escudo azul llevaba cristales incrustados; y desenvainó la espada, Ringil, que relució como el hielo.
Entonces Morgoth esgrimió el Martillo de los Mundos Subterráneos, llamado Grond, lo alzó bruscamente, y lo hizo caer como un rayo de tormenta. Pero Fingolfin saltó a un lado, y Grond abrió un gran boquete en la tierra, de donde salían humo y fuego. Muchas veces intentó Morgoth herirlo y otras tantas Fingolfin esquivó los golpes, como relámpagos lanzados desde una nube oscura; e hirió a Morgoth con siete heridas, y siete veces lanzó Morgoth un grito de angustia. [...]
Pero por fin el Rey se fatigó, y Morgoth lo abatió con el escudo. Tres veces cayó el Rey de rodillas y tres veces se volvió a levantar con el escudo roto y el yelmo mellado. Pero la tierra estaba desgarrada en boquetes todo alrededor, y el Rey tropezó y cayó de espaldas ante los pies de Morgoth; y le puso Morgoth el pie izquierdo  sobre el cuello, y el peso era como el de una montaña derrumbada. No obstante, en un último y desesperado intento, Fingolfin golpeó con Ringil y rebanó el pie, y la sangre manó negra y humeante y llenó los boquetes abiertos por Grond.
De este modo pereció Fingolfin, Rey Supremo de los Noldor, el más orgulloso y valiente de los reyes Elfos de antaño.