Dagor-nuin-Giliath
Segunda Batalla de Beleriand, que duró diez días y tuvo lugar antes de la salida de Luna. Morgoth atacó a los elfos con un ejército muy superior, pero éstos, fortalecidos por su vida en Aman, lo rechazaron y aniquilaron a sus huestes. Tras la batalla salió el Sol. También llamada Segunda Batalla.
"Bajo las frías estrellas, antes de que se levantara la Luna, las huestes de Fëanor avanzaron a lo largo del prolongado Estuario de Drengist, que horadaba las Colinas del Eco de Ered Lómin, y pasaron así de las costas a la gran tierra de Hithlum; y llegaron por fin al gran lago de Mithrim, y acamparon en el lugar que tiene este mismo nombre, alzando las tiendas en la orilla septentrional. Pero el ejército de Morgoth [...] avanzó por los pasos de Ered Wethrin, las Montañas de la Sombra, y atacó de súbito a Fëanor, antes de que el campamento estuviese del todo levantado y defendido; y allí, en los campos grises de Mithrim, se libró la Segunda Batalla de las Guerras de Beleriand. Dagor-nuin-Giliath se llamó, la Batalla Bajo las Estrellas, porque la Luna no se había elevado todavía. [...] Los Noldor, aunque excedidos en número y sorprendidos de improviso, no tardaron en imponerse, [...] y eran fuertes y rápidos, furiosos si los arrebataba la cólera, y de espadas largas y terribles. Los Orcos huyeron delante de ellos, y fueron expulsados de Mithrim en medio de una gran matanza y perseguidos por sobre las Montañas de la Sombra hasta la gran llanura de Ard-galen, al norte de Dorthonion. Allí los ejércitos de Morgoth, que habían avanzado hacia el Sur al Valle del Sirion y sitiado a Círdan en los Puertos de las Falas, acudieron a ayudarlos, y quedaron atrapados en la ruina de los Orcos. Porque Celegorm hijo de Fëanor, advirtiendo que habían llegado, los atacó de flanco por una parte de las huestes élficas, y bajando sobre ellos desde las colinas próximas a Eithel Sirion, los empujó hasta el Marjasl de Serech. [...] Diez días duró esa batallas, y de todas las huestes que Morgoth había destinado a la conquista de Beleriand sólo regresó un puñado de supervivientes. [...]
Fëanor, arrastrado por la furia, no quiso detenerse, y se precipitó detrás del resto de los Orcos, pensando así llegar hasta el mismo Morgoth. [...] Así fue que se adelantó demasiado a la vanguardia de su ejército; y los siervos de Morgoth se volvieron para acorralarlo, y de Angband salieron unos Balrogs que se sumaron al ataque. Allí, en los confines de Dor Daedeloth, la tierra de Morgoth, Fëanor fue rodeado junto con unos pocos amigos. Largo tiempo continuó luchando inquebrantable, aunque estaba envuelto en fuego y múltiples heridas; pero por fin lo echó por tierra Gothmog, Señor de los Balrogs.[...] Allí habría perecido, si en ese momento sus hijos no hubieran acudido a ayudarlo; y los Balrogs lo dejaron, y volvieron a Angband.
Entonces los hijos levantaron a su padre y lo cargaron de vuelta a Mithrim. Pero al acercarse a Eithel Sirion, Fëanor ordenó que se detuvieran; porque estaba mortalmente herido, y sabía que le había llegado la hora. Y desde las laderas de Ered Wethrin, [...] maldijo tres veces el nombre de Morgoth. [...] Entonces murió. [...] Así acabó el más poderoso de los Noldor, por cuyas hazañas obtuvieron a la vez la más alta fama y la más pesada aflicción."
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